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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINEl masaje Lomi Lomi cuenta con siglos de antigüedad y está íntimamente enraizado con la riqueza cultural hawaiana.
Este masaje era parte de la filosofía Huna de Hawaii desde hace casi cuatro mil años. Con la colonización, dicha filosofía fue prácticamente erradicada y llegó a estar prohibida. Sin embargo, el masaje Lomi Lomi sobrevivió y a principios del siglo pasado se reformuló y llegó a occidente. Tradicionalmente era una técnica sanadora que formaba parte de rituales tribales. Por ejemplo, era utilizado en momentos importantes de los miembros de la tribu, como en nacimientos, en rituales de madurez o incluso en entierros. Por su importancia en la tribu era realizado por los Kahuna, una especie de chamanes de las islas de Hawaii.
La filosofía Huna tiene como principal objetivo la búsqueda de la armonía y el amor. En este sentido, al practicar el masaje Lomi Lomi, los kahunas no solo ponían énfasis en las técnicas que practicaban sino también en transmitir su amor desde el corazón a sus manos. Su creencia era que de esta manera, fluía una energía curativa que unida al propio masaje era capaz de relajar al paciente y hacerle olvidar malos pensamientos y patrones de comportamiento almacenados en sus células. En definitiva, la relación cuerpo-alma de las creencias hawaianas les hacía creer que la curación a nivel físico también acababa afectando a nivel mental, emocional y espiritual.
Los terapeutas especializados en el lomi-lomi siguen técnicas ancestrales hawaianas, muy similares a ciertos movimientos de la osteopatía y de la quiropraxia; con ellas, se busca la estimulación de aquellos puntos de mayor tensión muscular y emocional.
Sin embargo, este tipo de terapia también tiene un fuerte componente relajante, que se consigue mediante la antigua filosofía huna. Sus defensores aseguran que es posible conectar la energía interna con la universal, logrando así una conexión entre cuerpo, naturaleza y universo. Y es que el masaje lomi-lomi se ve desde un prisma holístico, puesto que entiende el cuerpo, no como la suma de las partes, sino como un todo global en el que hay que encontrar el equilibrio óptimo entro lo físico, lo psicológico y lo espiritual. Es decir, si por ejemplo se tiene un problema de sobrecarga muscular por estrés, esto afectará inmediatamente al aspecto psicológico y al flujo de energía.
Para encontrar el ansiado equilibrio, por tanto, no sólo hay que trabajar la musculatura mediante el masaje, sino que se debe proporcionar el ambiente adecuado y conseguir que fluya la circulación energética, que será lo que finalmente provoque una sensación de balance en el cuerpo.
El trabajo que se hace con el lomi-lomi es global. Se trabajan a la vez varias partes del cuerpo, para que el cerebro no sea capaz de concentrarse en todas ellas y acabe por desconectar para producir una mayor relajación.
- Proporciona un efecto relajante sobre el sistema muscular y el nervioso que ayuda a combatir el estrés y otros trastornos nerviosos.
- Al equilibrar el balance energético del organismo se reducen los síntomas de depresión. Esto es debido a que el masaje trabaja los aspectos físico, psicológico y espiritual del ser humano para que se encuentren en armonía. Así se consigue una sensación global de bienestar.
- El paciente, al seguir las indicaciones del terapeuta, trabaja la respiración, su frecuencia y su intensidad, en busca de la mayor relajación posible. De esta manera, la capacidad respiratoria se potencia y mejora.
- El constante trabajo realizado en la musculatura ayuda a tonificar el cuerpo, mejorando su flexibilidad y movilidad articular. Esto ayuda a evitar lesiones musculares como elongaciones, microrroturas, etcétera.
- Gracias a la activación de diferentes puntos energéticos del cuerpo y a la liberación de toxinas que se encuentran en capas superficiales de la piel, se consigue mejorar el drenaje linfático y sanguíneo al aumentar la temperatura de la piel. Por tanto, mejora el sistema inmunológico.
- El masaje lomi-lomi trata de rebajar la tensión corporal, por lo que, además de eliminar los agarrotamientos, consigue acabar con dolores, que podían llegar a ser crónicos en el paciente.
- Actualmente existen terapeutas que utilizan este tipo de masaje para ayudar a solucionar problemas psicológicos anclados en sucesos del pasado, ya que aseguran que se consigue desbloquearlos. A partir de ahí, se empieza la terapia psicológica.
Una sesión de masaje lomi-lomi suele durar una hora aproximadamente, y su precio ronda los 50 euros, aunque es habitual que se ofrezcan sesiones más cortas en algunos centros. Sin embargo, lo ideal es que los masajes con una duración de 20-30 minutos sean sólo esporádicos o como primera toma de contacto con este tipo de terapia, pues la relajación total se consigue en las sesiones más largas.
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