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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINLa exposición a las radiaciones solares que llegan a la tierra, especialmente la UVA y la UVB, cuando es de forma prolongada y sin protección provoca daños en nuestra piel, tanto visibles (arrugas, manchas), como invisibles (mutaciones genéticas, oxidación, disminución del sistema inmunológico), que pueden llevar al fotoenvejecimiento, y al cáncer de piel.
¿Qué son los Fotoprotectores?
Aunque nuestra piel dispone de mecanismos de defensa frente a la radiación lumínica, en ocasiones, no son suficientes para protegernos. Un fotoprotector es un producto cosmético compuesto por filtros que absorben o reflejan la radiación solar. Existen filtros físicos, químicos y/o biológicos.
La eficacia del fotoprotector depende de las características de sus componentes y de la capacidad de defensa de sus filtros y su concentración.
- Los filtros físicos son partículas que se quedan en la capa más superficial de la piel, reflejan y dispersan las radiaciones solares. En definitiva, se trata de unos filtros que hacen rebotar parte de la radiación solar que llega a nuestra piel, tanto la UVA como la UVB.
- Los filtros químicos generan una serie de reacciones que permiten absorber y modificar parte de la radiación que penetra en nuestra piel mediante reacciones químicas. Para que estas reacciones sean eficaces, no debe haber exposición hasta 30minutos después de aplicarlos.
- Los filtros biológicos actúan en el interior de la célula ayudando a la reparación celular contra la oxidación, la modificación genética y al sistema inmunológico.
La eficacia del fotoprotector debe de ir indicada en el etiquetado. En cuanto a la resistencia al gua de un fotoprotector, se puede decir que su formulación “water resistant” es aquella, que no pierde su capacidad protectora tras 40 minutos de inmersión en agua mientras, que “waterproof”es la que no pierde su capacidad protectora tras 80 minutos de inmersión. Se aconseja repetir la aplicación del fotoprotector tras el baño.
Qué factor de protección debo escoger?
Los dos índices que permiten saber el grado de protección que nos ofrece un fotoprotector son el SPF (sun protecting factor), o en castellano FPT (factor de protección solar), que protege frente a los rayos UVB, y el índice que mide la capacidad de producir pigmentación en la piel duradera (PPD), o inmediata(PPI). Este último nos indica el nivel de protección frente a los rayos UVA.
El SPF determina el número de veces que el fotoprotector aumenta la resistencia de nuestra piel frente al enrojecimiento previo a la quemadura. Es decir, un FPS 10 hará que una persona que sin protección presenta enrojecimiento en 20 minutos, se enrojezca en 200 minutos. Hemos de tener en cuenta que esto se realiza en condiciones de laboratorio, y en la vida real factores como el agua, la sudoración, poner poca cantidad o mal distribuida, harán que el grado de protección sea menor. Se considera un factor UVB bajo por debajo de 10, medio entre 10 y 30, alto entre 30 y 50, y muy alto más de 50 (también llamado 50+).
El PPD o PPI, que mide la cantidad de rayos UVA necesarios para producir la primera reacción de pigmentación en la piel (siempre basándose en un mínimo de dos horas después de la exposición al Sol). Se considera un factor UVA bajo 2, medio 4, alto 8, y muy alto 14.
El fototipo es la capacidad de cada persona para asimilar la radiación solar. Se clasifica en 6 grados.
Fototipo I: son pieles muy pálidas, que casi siempre se quema y apenas se broncea. Generalmente son pelirrojos.
Fototipo II: piel blanca, sensible y delicada, en general rubios. Al igual que las de fototipo I, difícilmente se broncean, y se queman con facilidad.
Fototipo III: es el más común, correspondiendo a personas con cabellos castaños y pieles intermedias, que enrojecen primero y se broncean después de su exposición al sol.
Fototipo IV: pieles oscuras que se broncean con rapidez al exponerse al sol directo. Acostumbra a tener el cabello negro.
Fototipo V: son pieles más morenas que las del fototipo IV.
Fototipo VI: personas de raza negra.
Una cosa que debemos tener en cuenta es que contra más agradable cosmeticamente sea un fotoprotector, será menos resistente a la sudoración y al agua, y por lo tanto requerirá de aplicaciones más frecuentes (cada 1-2h).
Vamos a acabar hablando de los "Fotoprotectores orales" o internos. Se trata de complementos nutricionales que ayudan a combatir los efectos nocivos del sol sobre nuestra piel. Ayudan a activar y prolongar el bronceado, a la vez que aportan antioxidantes que disminuyen los efectos nocivos de los rayos del sol. Son complementarios a los fotoprotectores tópicos, y nunca deben sustituirlos. Están especialmente indicados en personas de fototipo bajo, o simplemente para prevenir el fotoenvejecimiento y el cáncer de piel en pacientes de riesgo. Se deben empezar a tomar 1 mes antes de la época de exposición solar, y seguir por lo menos durante todo el verano.
Dr. David Romero Riu
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